En la carta encontraremos platos para todos los gustos, para los que disfrutan con la carne, el pescado, las verduras, los platos ligeros y otros más contundentes: milhojas de la huerta con jamón ibérico y queso manchego al gratén; ensalada templada de espinaca fresca con cecina, champiñones salteados y crema de queso; bocados de solomillo de ternera asturiana con virutas de foie y coulant de patatina; concha exótica de salmón ahumado con langostinos y salpicón de aguacate y mango; y la estrella: pulpo ecológico a la brasa con cachelos de patata asada y mojo dulce. Todos ellos platos que recuperan sabores perdidos y defendiendo siempre al productor local, por lo que la carta va variando a lo largo del años.
No dejéis de probar el pulpo ecológico capturado en Bueu, en las Rías Baixas, ternera criada en el Valle de Fornela, pimientos asados elaborados al estilo artesanal en El Bierzo, cecina de Astorga con IGP Cecina de León, jamones de bellota…
Y de postre no dejéis de probar la tarta de queso Le Qualitè o coulant de chocolate con helado. Y vino para armonizar todos sus platos, donde su responsable nos aconsejará entre sus 30 referencias, que también se pueden consumir por copas. Además, en este local no han perdido las viejas costumbres y suelen acompañar cada consumición con un aperitivo de los que tienen expuestos en la barra del bar.
Los propietarios de este pequeño local son María Anton y Marcos Gavela, y la persona que ha realizado la rehabilitación del trabajo de interiorismo es Miguel Antonio Martín, que ha conseguido dotar al local de un aspecto de taberna tradicional, consiguiendo que se identifique con una tasca contemporánea que elabora cocina de mercado a base de productos frescos.
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