Lo último en el barrio de Chamberí es comer en la Sala de Despiece (de c/Ponzano). Se trata de un antiguo matadero, todo un logro que redefine el concepto del tapeo.
Es un concepto de local en el que no hay lugar a los rincones íntimos. Podremos compartir pescados de todo tipo, marisco fresco, gambas de Huelva, pulpo a la chalada, mollejas con mostaza y ostras, y carnes de primera que tienen su máxima expresión en el chuletón en cenital (un carpaccio de lomo bajo) o el delicioso steak tartar servido en bandeja metálica, porque en un matadero tampoco hay lugar para la porcelana. El chuletón de buey madrileño muy poco hecho es otro de los fuertes de este local. Lo presentan cortado en láminas y acompañado de trufa y tomate triturado que se enrolla y es una auténtica delicia para carnívoros empedernidos.
The last thing in the neighborhood of Chamberí is a meal at the Sala de Despiece (from c/Ponzano). It’s an old slaughterhouse, an achievement that redefines the concept of tapas. It is a concept in which there is no place to intimate corners. We may share fish of all kinds, fresh seafood, prawns from Huelva, the batty, Sweetbreads with mustard and oysters, Octopus and meat from first having its maximum expression in the steak in Zenith (low loin carpaccio) or the delicious steak tartare served on metal tray, because there is also no place for porcelain in a slaughterhouse. Very rare Madrid ox t-bone steak is another of the strengths of this place. They have cut into slices and served with truffle and crushed tomato that is rolled up and is a real delight for hardened carnivores.
Podemos saborear también ensaladas, verduras y hortalizas, sensacional la patata asada con chimichurri, así como el ragú de setas… Los platos se escriben a bolígrafo, porque la lista varía según disponibilidad en el mercado.
Para la presentación de los platos utilizan bandejas metálicas cubiertas por un papel, como el que envuelve el género.
Sala de Despiece innova y anima este barrio castizo que es Chamberí. Al frente del establecimiento Javier Bonet (Patrón de Lunares, en Mallorca) que nuevamente hace del producto la razón de ser del negocio, y lo demuestra exponiéndolo a modo de mercado de abastos, como si de una pescadería o carnicería se tratase. De ahí su interiorismo integrado por cámaras frigoríficas, cajas para el transporte de mercancía, garfios y balanzas en las que se pesa cada ración antes de ser servida. El concepto, obra del estudio OH LAB, homenajea a ese oficio maestro de carniceros y pescaderos y se adereza con la indumentaria del personal, ataviado con batas blancas.
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