El coqueto restaurante La Canica, nos conquista con las deliciosas creaciones de su increíble chef, Benjamín Urrutia
Ana S. Diéguez
En la tranquila zona del Parque de las Naciones, concretamente en la Avenida de los Andes número veinticinco, encontramos un bonito restaurante dónde comer francamente bien. En La Canica, nos recibe una armoniosa estética que mezcla equilibradamente un estilo urbano e informal con seductores aires bohemios. Majestuosos techos altos, sofisticados sillones de terciopelo, grandes librerías colmadas de libros y maravillosos ventanales con vistas a su encantadora terraza ajardinada. Un espacio luminoso y alegre, que invita al disfrute y nos conquista con una atractiva carta de corte mediterráneo, con una selecta variedad de recetas frescas y apetecibles, ideales para los calurosos días estivales.
El cuidado proyecto de interiorismo, obra de Marta Banús, nos sorprende con un bonito diseño lleno de contrastes, pero con un estudiado equilibrio que tiene como resultado un espacio sumamente acogedor.
Un concepto acertado y cuidado que nos seduce con una oferta gastronómica sencilla pero muy atractiva. Su base, los productos de primerísima calidad. Su punto fuerte, una propuesta culinaria de calidad a precios razonables. Una fórmula que funciona, incluso en estos momentos tan críticos para la hostelería.
Al frente de los fogones de La Canica, su chef, Benjamín Urrutia plasma en cada plato su pasión por la cocina elaborando atractivos bocados ideales para compartir.
En esta ocasión, comenzamos con unas cañas fresquitas acompañadas de una refrescante tapa de sopa fría de melón con menta. No tardaron en llegar a la mesa las famosas canicas. Unas cremosísimas croquetas de carrillera que son un verdadero espectáculo y que dieron paso a una deliciosa burrata de Puglia con arrope de tomate y un original pesto de manzana verde.
La tortilla de patata en tempura con huevo, trufa y cebolla confitada nos resultó una acertada combinación de sabores y texturas que llega a la mesa con un intenso aroma a trufa, que nos conquistó casi antes de probarla. Para terminar, decidimos compartir el sensacional rodaballo al horno acompañado de una rica guarnición de patatas panadera que nos condujo al dulce momento del postre.
No pudimos resistir la tentación de probar la tarta de limón con merengue flambeado. Un broche final ideal que nos dejó con un excelente recuerdo y un agradable sabor de boca.
La Canica, un delicioso soplo de aire fresco en la capital dónde saborear la excepcional propuesta gastronómica de Benjamín Urrutia. Una ubicación perfecta, de fácil acceso y cómodo aparcamiento. Una exquisita selección de sabrosos bocados a muy buen precio, que resultan siempre un rotundo acierto. En definitiva, en restaurante que no solo merece la pena conocer, sino al que probablemente querremos VOLVER.
Contacto
La Canica
Dirección
Av. de los Andes, 25, 28043 Madrid
Teléfono
913 20 15 03
Precio Medio
25€
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